Qué mejor que una cerveza helada para saciar la sed y combatir el calor del incansable verano. Pero este acto, que para los amantes de este milenario brebaje es un verdadero ritual, no tiene porque siempre ser igual ¿Ya te aburrió la michelada? En Rúa te enseñamos 3 fáciles trucos para hacer de ese trago de cerveza una experiencia completamente distinta

BLACK VELVET:

Es un verdadero clásico de la cocktelería internacional aunque poco popularizado en
nuestro país, donde no se suelen preparar tragos con cerveza.
¿De qué se trata? Simple… cerveza negra o malta mezclada perfectamente con espumante, como si se tratara de un spritz…

200 ml de cerveza negra
100 ml de vino espumante


Para prepararlo llena una copa o un vaso Collins hasta la mitad con cerveza negra y luego rellena lentamente dejando caer el espumante.
Aunque pudiese parecer una mezcla explosiva, cerveza negra y champaña son bastante complementarias. El Champagne corta la consistencia dulce y melosa de
la cerveza negra, por lo mismo es importante que uses un espumoso seco para crear equilibrio.

BOILER MAKER:

Popularizado en Estados Unidos durante la época de1920 fue conocido como el trago
que bebían los “verdaderamente hombres” y fue el favorito del famoso escritor y poeta Charles Bukowski, confeso amante del alcohol. Es casi tan simple como el anterior, pero bastante más potente.

45ml de whiskey americano (bourbon)
200 ml de cerveza pale ale o larger

Ni siquiera es necesario mezclar.Simplemente bebe el shot de bourbon rápido y luego rebaja la intensidad con cerveza, así los sabores se mezclarán en la boca y la cerveza logrará apaciguar el sabor seco fogoso y ahumado del whiskey.
Una variación de este clásico se llama BBL y en partes iguales se agrega limonada en un vaso corto. Suaviza la acción y lo hace más sencillo de disfrutar

SHANDYGAFF

Ideal para sorprender a invitados. Este elaborado trago de cerveza se sirve en jarra y es
refrescante y absolutamente elegante.

Naranjas
Limones
500 ml Gaseosa de lima-limón
(Sprite o 7UP)
500 ml de cerveza de trigo

Corta dos limones y 1 naranja en rodajas. Si encuentras lima, puedes reemplazar uno de los limones por este cítrico. Vierte la bebida a la jarra y luego agrega suavemente la cerveza de trigo (debe estar, como casi toda buena cerveza, bien helada). Con ayuda de unas pinzas agrega las rodajas y sólo resta revolver bien y servir con calma y algo de hielo, evidentemente debes usar vasos cortos para así evitar que, al derretirse, los gloriosos cubitos congelados estropeen la majestuosa preparación.

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