Ser la primera en cumplir un objetivo no es algo nuevo en la carrera política de la exconsejera regional. La ex presidenta de la institución, hoy asume el desafío de representar a su sector en la carrera por el sillón de Gobernador Regional, que por primera vez será electo por votación popular. Flor dice ser un referente para las mujeres, inspiración, para que otras busquen espacios de representatividad y así avanzar en equidad de género en el ámbito regional. Sus propuestas, sueños, ideas y recuerdos en esta profunda conversación con Revista Rúa.

Hoy por hoy, la vida de Flor Weisse está llena de cambios. En lo personal enfrenta la aventura de transformarse en abuela y en lo profesional su carrera podría alcanzar límites para ella antes impensados, pues, tras dejar su puesto como presidenta del Consejo Regional del Bío Bío, emprende su campaña para transformarse en la primera mujer Gobernadora de esta región.

Pero ser la primera en algo no es cosa nueva para la ingeniera comercial de la Universidad de Concepción, pues a lo largo de su recorrido político ha sabido cosechar logros, elogios y triunfos.

Identificada con la provincia de Arauco, donde fue gobernadora provincial durante el periodo post 27F en el primer gobierno de Sebastián Piñera, su carrera en cargos de elección popular comenzó precisamente en la comuna de Cañete, donde se radicó tras formar familia con el cañetino Pedro Durán con quien tuvo cinco hijos: María Ignacia, Pedro, José Nicolás, María Antonia y Juan José.

Flor atiende el llamado de Revista Rúa con la calidez y sencillez que la caracterizan, incluso en medio de estos importantes y complejos momentos. Se cambia de habitación pues su nieta rompe en llanto y comienza a contarnos sobre su vida, su familia, su historia y su carrera política, una que espera llevar al próximo nivel en las elecciones del próximo abril. Pero comencemos por el principio.

UNA VIDA DE CAMPO

Nacida en la comuna de Arauco el 27 de mayo de 1960, vivió buena parte de su niñez en el campo, donde formó su carácter y personalidad.

“Soy una persona común y corriente, muy sencilla, me encanta el campo, yo soy del campo, toda mi familia es del campo, de Arauco. Yo viví en el campo hasta que entramos al colegio porque en ese tiempo era así, no había caminos como hoy día, era muy distinta la vida, no había servicios básicos, ni movilidad, así que obligada a ir a la ciudad, pero siempre seguí ligada y volviendo al campo, en las vacaciones, los fines de semana. Mi infancia, adolescencia y juventud y hasta el día de hoy sigo siempre atada a esas tradiciones, así que de verdad siento que soy muy sencilla, como es la gente del campo, noble, pero nunca sentí ni siento que por ello tenga menos potencialidades o talentos para estar dirigiendo mi región, una de las más importantes del país y por lo tanto nunca hay que olvidar de dónde uno viene, de dónde es ni del por qué está donde está y sobre todo cuando te elige la gente”, nos cuenta Flor, vinculando su vida rodeada en la naturaleza con su actual desafío y cómo ha ido formando su estilo.

“Yo disfruto con las cosas sencillas, como es disfrutar a mi nieta hoy día y espero hacerlo también con mi segundo nieto que nacerá prontamente, leer un libro, ver una buena serie o una película, hacer alguna manualidad cuando tengo el tiempo y compartir con la familia que es bastante grande, son cinco hijos, más los nietos que empiezan a llegar, las nueras, yernos, mis hermanas y algunas buenas amigas que tengo. Tranquilidad y sencillez, lo más importante siempre manteniendo la esencia”, agrega.

Luego de completar su educación escolar esta araucana optó por la ingeniería comercial y con toda la ilusión de una joven estudiante ingresó a la Universidad de Concepción. Tras egresar comenzó su vida laboral en su querida provincia de Arauco, específicamente en la municipalidad de Curanilahue.

“Yo siempre trabajé en el servicio público, desde que me recibí de ingeniero comercial nunca se me pasó por la cabeza postergar el tema laboral. Tenía que compatibilizar ambos mundos, el de la familia y el del trabajo. Cuando yo partí trabajando las cosas eran distintas a como son hoy para las mujeres, hoy día hay más oportunidades en el sentido de la ayuda en el cuidado, jardines infantiles, en fin, una primera enseñanza que te facilita también en las instituciones tanto públicas como privadas, entonces, en ese tiempo, era más complejo pero yo asumí el desafío de ser madre y trabajadora municipal pero bajo una estructura de horarios fijos y determinados que me permitían también organizar la vida en torno a las obligaciones desde el hogar y también desde la ‘oficina’”, dice con algo de nostalgia.

“De esa manera fue hasta cuando mis hijos, que nacieron los 5 con un año de diferencia, entraron a la universidad y al mismo tiempo sentía que había tocado techo en mis labores como funcionaria municipal tanto en conocimientos como en crecimiento personal y comencé a evaluar cambiar de aires, siguiendo ligada al servicio público, pero ya desde la vereda de la elección popular y fue eso lo que decidí hacer cuando también sentí que ya había cumplido en formación y lo que eran los aspectos de la familia también”, agrega la ahora exconsejera regional.

CAMBIO DE AIRES

Así, tras una larga trayectoria en administración municipal tanto en Curanilahue como en Cañete, en 2008 decidió enfrentar una elección y con un 13,81% de los votos Flor se convirtió en concejala de la comuna. Antes de ella sólo una mujer había ostentado ese cargo.

“Mi trabajo era básicamente administrativo, de asegurar que se cumplieran las normativas y legislaciones, pero no tenía la capacidad de influir en las decisiones. En ese tiempo me di cuenta de que había una asimetría en el trato de las organizaciones con las autoridades municipales, no se permitía una participación más activa de las comunidades y sentía que no se tomaban decisiones en directa relación con lo que la gente estaba pensando y eso muchas veces significaba retroceder, volver a discutir los mismos temas y eso no es eficaz al momento de responder a la necesidades de la gente o de la comuna que suelen ser urgentes. Eso me dio el impulso para tomar la decisión de estar en un lugar donde pudiera ser más resolutiva”, recuerda la militante de la UDI.

“Tomé ese desafío por el hecho de ser mujer también, en ese tiempo siempre eran muchos más concejales que concejalas y me planteé el tema de ‘por qué no podemos también estar nosotras”, lo vi como una oportunidad, una opción de poder ir cambiando las cosas y buscar un equilibrio en la representatividad también desde una perspectiva de género”, suma con convicción.

EL LLAMADO

Entre el 6 de diciembre de 2008 y el 11 de marzo de 2010 Flor Weisse se desempeñó de buena manera como concejala de la comuna de Cañete.

Pocos días antes la tierra se había sacudido y el mar había azotado ferozmente las costas de su querida provincia de Arauco. Su Cañete y su Arauco lo estaban pasando mal. Fue entonces que una llamada cambió su rumbo.

“El presidente Piñera, en su primer período me designó como Gobernadora de la Provincia de Arauco, lo que fue un gran orgullo y a la vez una gran responsabilidad, pues la zona había sido devastada por el terremoto y el tsunami y había que actuar rápida y eficazmente”, rememora Flor.

En ese cargo tuvo una importante labor en la reconstrucción y la mejora de la conectividad vial. Tras 3 años y medio renunció para postular al cargo de consejera regional, elección en la que obtuvo prácticamente el 25 por ciento de los votos.

“Pienso que esa alta votación fue un reconocimiento a mi gestión como gobernadora de la provincia de Arauco. Claramente traspasé la frontera política en cuanto a votación y lo que se valoró ahí fue un trabajo que se hizo siempre de cara a la ciudadanía y con absoluto respeto, transparencia y diálogo y eso la verdad es que me llenó de orgullo por un lado y por el otro de satisfacción, de decir que hicimos las cosas de la manera correcta” argumenta.

“Trabajamos 24/7 para lograr una reconstrucción efectiva y reestablecer la conectividad. Pero siento que más que el trabajo bien hecho, lo que más valora la gente es la cercanía, la empatía, porque así se genera confianza y te logran asociar, como persona, con los avances y las mejoras en su calidad de vida. Por eso siento que la política tiene que hacerse siempre con un sello humano”, dice con convicción la candidata.

UNA MUJER, UN SUEÑO

Flor fue electa como presidenta del Consejo Regional del Bío Bío en 2018, tras ser primera mayoría en las elecciones del año anterior y con amplio apoyo entre sus colegas. Marcando así un nuevo hito en su carrera.

“He tenido la fortuna de ser parte de hitos bonitos a lo largo de mi carrera política. Primero como concejala fui la segunda mujer en asumir como tal en Cañete, también fui la primera mujer consejera regional de la provincia de Arauco y luego fui electa la primera presidenta mujer del Consejo regional y además fui la primera gobernadora mujer de la provincia de Arauco. Para mí significa también poner a lugar que cuando las mujeres nos proponemos algo podemos lograrlo, pero hay que estar ahí, hay que ocupar esos espacios de crecimiento y de competencia. Por otra parte, mi elección también rompió la lógica de que las autoridades más influyentes de la región deben ser de los centros poder, de las capitales regionales. Son cosas que dan fe de que vamos progresando de alguna manera en cosas que son básicas en materia de equidad “ dice la ‘Flor de Arauco’.

“Tuve el respaldo de mi coalición pero fue mucho más que eso, fue un apoyo de todos los sectores, incluso del partido comunista, donde hubo votos a favor mío de mujeres, mis colegas mujeres todas, de todos los colores, se cuadraron conmigo y no hubo rechazo, algunas abstenciones solamente, pero básicamente por temas de convencimiento político. Eso me enorgullece porque da cuenta de que mis colegas se dieron cuenta de cómo había trabajado en el período anterior, de mi forma de ser, que siempre ha sido de frente, sin sectarismo, ni exclusión, sino que todo lo contrario, siempre en la búsqueda de los acuerdos, del diálogo y creo que eso es fundamental cuando se trata de trabajar para el bien de la región”, agrega.

Sin embargo, en octubre recién pasado decidió abandonar el cargo y enfrentar un nuevo desafío electoral que la tiene entusiasma y optimista.

“Es de público conocimiento mi decisión de competir en las próximas elecciones de gobernador regional, y también es de público conocimiento mi compromiso con el actuar correcto y decente en la actividad política… por eso he considerado un deber ético renunciar indeclinablemente a la presidencia del CORE”, señaló en su carta de despedida haciendo frente a una tarea titánica considerando los tiempos de convulsión que seguimos viviendo.

Flor es consciente de la desconfianza y la profunda crisis que enfrentan las figuras políticas en torno a la percepción de la ciudadanía, sin embargo, asegura que ella siente que no entra en ese saco, pues siempre ha dado la cara.

“Creo que para mí no es difícil desligarme de ese dilema, creo que no tengo que tratar de cambiar nada, porque siempre mi modo de trabajo es mirando con transparencia absoluta a la gente y siempre saliéndose del rol de político partidario netamente en el cumplimiento. En mi rol de consejera siempre hice las cosas pensando en las personas, cualquier decisión que se tomara siempre fue pensando en el efecto que tenía en la gente, poniendo en el centro de las políticas públicas a las personas, más allá del entorno político. Yo siempre he trabajado en el sentido de hacer que la gente sienta que uno es una persona primero que todo, que también tiene problemáticas, que no es la que se las sabe todas y que estamos ahí por un poder que nos dio el pueblo por un tiempo y eso se acaba. Tenemos que cumplir el rol que nos dio la gente, no ponernos en un pedestal, quedarse en un lugar lejano a los pensamientos de la gente, esa política ya no corre, eso lo demostró la ciudadanía claramente, pero yo siempre pensé que esa no era la forma de hacer política, por eso yo, francamente, más que política hago servicio público, no me cuesta hacer la diferencia y creo que los votantes también han logrado entender y verme como una persona que está al servicio de los demás y no como una autoridad que llega al sillón y se le olvida cómo llegó ahí y para qué está ahí realmente”, dice segura.

DESAFÍOS PARA LA REGIÓN

Su plan de acción como futura gobernadora, de ser electa, contempla cuatro ejes fundamentales: reactivación económica, impulso al emprendimiento, Seguridad Pública y Generación de valor.

“Con la pandemia es una necesidad para recuperar y aumentar la tasa de empleabilidad, es un proceso largo, que va a tardar, no es algo automático una vez elegido el gobernador o gobernadora regional, porque vamos a estar aún en pandemia, pero no podemos dejar de articular la manera de que los fondos se destinen en políticas públicas para generar más y mejores empleos, eso a través de importante inversión obras públicas y privadas”, indica Flor

“Pero además debemos buscar instrumentos de fomento para la pequeña y mediana empresa, apoyándolos en esta situación tan crítica que están viviendo, porque alrededor del 80% del empleo lo generan las pymes y eso no es nada menor. Tenemos que hacer uso de los fondos regionales para aquello, pero más allá de eso es fundamental articular con el sector privado, con la academia y con la sociedad civil, espacios de discusión, de diálogo, donde podamos definir estrategias para generar condiciones más favorables para la inversión, porque si sólo pensamos en en el fondo nacional de desarrollo regional sólo vamos a lograr un porcentaje ínfimo de reactivación”

Hace algunos meses Flor fue víctima de la violencia cuando su casa fue atacada por desconocidos, por lo que conoce de primera mano la falta de seguridad, especialmente en su provincia.

“Es un tema muy impactante e importante para los ciudadanos. Hablamos de seguridad vecinal, seguridad ante emergencia, seguridad frente a la violencia rural y terrorismo en muchos casos, que ocurren en las provincias de Arauco y Bío Bío, que avanza de manera preocupante. Debo decir que esto no recaerá directamente en el nuevo Gobernador Regional, sigue bajo el resorte del ministerio del Interior, pero no por ello nos vamos a conformar con que esto siga ocurriendo y por ello hay que hacer una gestión de liderazgo político para llamar la atención al Estado de Chile y al Gobierno de turno para que las acciones que se ejerzan en ese ámbito sean las que la gente espera para poder vivir en paz. Que hoy día la verdad no son tales”.

Finalmente apunta a transformar al Bío Bío en generador de productos de valor, para dejar de ser meros productores de materias primas.

“Requerimos generar valor en los procesos productivos. Somos una región con una infinidad de recursos naturales pero creo que todavía necesitamos innovar, incorporar tecnologías, digitalizar. Debemos mejorar los procesos productivos y de comercialización para que la cadena productiva tenga un mayor valor agregado y así ser más competitivos”

Por otra parte apunta que todas estas medidas deben tener como ejes transversales la protección medioambiental y una perspectiva de género marcada.

MOTIVACIÓN

Flor Weisse se define como trabajadora, responsable y perseverante. Dice no decaer ni entregarse frente a la primera limitante que se encuentra. “No me dejo amilanar cuando las cosas no se dan tan fáciles”, asegura.

“Cuando empecé en el municipio nunca hubiese pensado que iba a participar en un proceso electoral, no tanto por la exposición pública que hay que tener sino escuchaba a los políticos antiguos con discursos y esa habilidad tan grande que tenían y yo estaba tan lejano de eso, por una cosa de timidez incluso, yo encontraba admirable lo desenvueltos que podían ser y digo desenvueltos, porque mujeres nunca vi en la política de ese tiempo. Pero las cosas se van dando, por eso digo que soy creyente, Dios hace las cosas y me preparó este camino porque si no, no entiendo cómo estoy aspirando a la gobernación regional, que es algo tan potente”, comenta la exgobernadora de Arauco.

Sus hijos y las mujeres son sus principales fuentes de inspiración en este nuevo camino que sin duda será arduo.

“En el plano más íntimo lo que me inspira son obviamente mis hijos sé que están orgullosos de lo que he logrado. Por otra parte me motiva el hecho de ser un referente para otras mujeres, para que ellas sepan que también lo pueden lograr. A veces me pregunto por qué estoy en esto y la verdad es que me encanta, me agrada, pero siempre pienso es que soy una mujer más, no soy distinta a otras , sino que he tomado las oportunidades y he podido hacerlo y no me siento un ejemplo, porque pecaría de soberbia, pero si pienso que soy un referente para que otras mujeres ocupen esos espacios si se los ofrecen y si no se los ofrecen que los busquemos juntas, que lleguemos a ocupar cargos de representatividad en los que puedes influir directamente en la vida de las personas. Eso me inspira, me motiva para lograr los objetivos y así demostrar que sí podemos, para que otras mujeres piensen igual y logremos una sociedad más justa y equitativa”

“Aquí estoy también gracias a un equipo de amigos, pocos pero buenos, que pensamos que sí se podía y ellos me dieron el ánimo para poner las cosas en su lugar, valorar mis condiciones y aprovechar el capital político electoral y decir: ¿Por qué no puedo ser yo? ¿Por qué soy mujer? ¿Por qué soy de Arauco? Parecen dos barreras sumamente importantes, pero las rompimos. Nadie de mi provincia ha estado en un cargo así de importante y aunque no es la función directa del gobernador(a) siento que debo hacer algo para impulsar mi provincia y lograr de una vez por todas que el estado de derecho se restituya porque hoy se vive con miedo acá, es una cuestión espantosa. Por otra parte, tengo un compromiso con mi equipo, con las personas que me apoyan y con mi electorado también, esos que se sienten agradados por mi estilo de trabajo, por la cercanía, por prestar el oído, por ir de frente, por llegar a donde estoy no por amiguismo ni pitutos sino que sólo por mérito, capacidad y confianza de la gente y pensando siempre en el interés de esas personas y de la región”, concluye con esperanza Flor Weisse, quien sueña con sumar un nuevo hito en su carrera política y transformarse en la primera mujer gobernadora del Bío Bío.

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