A fines de noviembre el ministerio de educación anunció el regreso a clases presenciales de los estudiantes para el 01 de marzo del 2021 solicitando a los establecimientos confeccionar un detallado plan de acuerdo a los protocolos sanitarios. Sin embargo a sólo semanas de la fecha límite los miedos y las dudas de los apoderados, profesores y los propios alumnos crecen en medio de cifras preocupantes con tasas tan altas como en el peak de la pandemia en mitad del 2020. Para aclarar los cuestionamientos y analizar los riesgos y beneficios del denominado ‘retorno seguro’ Revista Rúa consultó con un grupo de destacados especialistas del área de la salud que dan luces de lo que puede ocurrir tras el ‘súper lunes’ 1 de marzo de 2021

Un 38% estima que deben volver sólo en algunos niveles y/o estudiantes y que el resto, siga vía remota. Lo que en definitiva redunda en que el 52% rechaza esta medida.

Las razones para la negativa pueden ser múltiples y variadas, pero el temor sin duda domina los pensamientos. En este sentido para aclarar el panorama y despejar dudas el equipo de Revista Rúa se comunicó con tres expertos que exploran las diversas aristas de este retorno a clases.

Para la Epidemióloga Dra. Maritza Muñoz, académica de la UCSC, la situación puede ser crítica.

“Si se regresa al colegio se necesitan cumplir medidas mínimas para que esto no se propague y el coronavirus es un virus que es distinto a otros virus… ejemplo si yo tengo influencia y estornudo y el fluido cae al piso el fluido muere, pero el fluido del coronavirus vive dos horas, las gotitas se pueden mantener también en el aire y estamos en Concepción que es una zona ventosa, por lo tanto se traslada en el aire y tienes hasta dos horas para contagiar a alguien. Eso significa que en el colegio no es suficiente el metro de distancia, primero porque ya sabemos que la OMS se equivocó y se necesitan al menos dos metros de distancia entre cada estudiante y cumplir eso es bastante complejo… tienes que lograr que los alumnos no se junten en el recreo y si se juntan en el recreo se mantenga el metro o metro y medio de distancia como mínimo. Pero hemos visto que esa distancia no se logra en la feria, no se logra en las filas, ni en ningún lado en realidad, entonces parece imposible, sobre todo con niños”, apunta.

La especialista explica que el tema con los niños no es que no se contagien sino que la mayoría son asintomáticos pues aún tienen sistemas inmunes que no son reactivos y son un gran reservorio viral, pues la carga viral que reciben es mucho mayor que la de un adulto y al tener mayor carga viral contagia a más personas.

“Si tu mandas a tu pequeño al colegio y él se contagia él va a tener una mayor carga de virus en su cuerpo, entonces cuando llegue a casa va a contagiar a la mamá, al papá y a sus hermanitos con una carga elevada de virus y esos son los casos que se pueden complicar, generar tiempos de recuperación más largos o afecciones respiratorias más difíciles de tratar”, indica la especialista.

“Por eso reforzamos tanto la idea de que los papás no salgan con los niños a la calle, que no los lleven a las plazas, que les pongan sus mascarillas, no hay problemas con la mascarilla, si el niño tiene un año y la tolera debe usarla, la mascarilla no produce mucosidad, no produce muerte cerebral, no produce daño alguno. Con la mascarilla no sólo te proteges tú mismo sino que al resto, porque no tienes cómo saber si eres asintomático. Insisto la carga viral de los menores es muy elevada, hay que entender y tomar todas las medidas, porque si no esto va a seguir aumentando exponencialmente, van a contagiarse los apoderados, los profesores, inspectores, auxiliares, todos y con una carga viral mayor”, agrega.

Para el pediatra del Hospital Guillermo Grant Benavente (HGGB) de Concepción, Dr. Raúl Barría, que los niños asistan a clases en estas condiciones cuando estamos viviendo una segunda ola y la ocupación de camas críticas es sumamente alta, es inmensamente riesgoso considerando que la situación no debiese ser muy distinta de aquí al primero de marzo. Incluso tomando en cuenta todas las recomendaciones tanto del ministerio de educación como el de salud señala que el grado de contagio sería muy elevado.

“La posibilidad de que los niños se contagien va a ser mayor porque obviamente van a estar en contacto con más personas, sobre todo con los niños más pequeños va a ser muy difícil que mantengan la distancia física, tampoco es fácil que se mantengan con la mascarilla además que en niños entre 2 y 5 años no es obligatoria. Por otra parte, los chiquititos comparten muchas cosas, las tocan y por eso creo que va a ser complejo mantener un control estricto para evitar la propagación del virus”, señala el médico.

“La infección del Covid-19 en niños en general es una infección bastante leve, la gran mayoría presenta sintomatología leve asociada a un cuadro respiratorio alto, un poco de secreción nasal, fiebre baja, un poco de tos, eso en la gran mayoría, un porcentaje menor hace una neumonía y francamente cerca del 1 o2% tiene que hospitalizarse o llegar a una UCI por un Covid, el porcentaje es realmente bajo. Pero eso no quiere decir que los niños no se puedan enfermar gravemente, la posibilidad es baja, pero no es 0, por lo tanto hay que tenerlo en cuenta”, explica Barría.

El también vecino de Andalué nos señala que, así como ocurre en los adultos, también hay niños que tienen mayor riesgo de contraer la infección por ejemplo los pacientes obesos, asmáticos, con alguna enfermedad crónica o de base como cáncer o alguna inmunosupresión y por lo tanto, habría que evitar su asistencia presencial al colegio.

“No es habitual pero no se puede excluir la posibilidad de que un niño curse un cuadro más grave de Covid. Por otra parte, se ha visto que los niños pueden tener una complicación de forma tardía al Covid, por ejemplo, después de 2 o 4 semanas hay un síndrome que se llama PIMS, que es un síndrome inflamatorio multisistémico asociado al Covid y que es un cuadro grave que afecta esencialmente la función del corazón y que puede requerir UCI u drogas más agresivas para poder tratarlo adecuadamente. Los niños no están exentos de riesgo. Aunque esto último no es tan frecuente cada vez se ven más casos y en el Hospital Regional ya tenemos dos niños fallecidos producto del PIMS”, relata el hombre de la urgencia pediatrica del centro de referencia más grande del sur de Chile.

¿Y QUÉ PASÓ CON LOS OTROS VIRUS?

Para ambos especialistas del área de la salud el regreso a clases podría significar también el regreso de otros virus que no vimos el pasado invierno y los que incluso pasaron a ser materia de broma gracias a la frase de ‘virus buenas personas’, pero indican que en realidad los virus si estuvieron presentes el recién pasado año.

“Sí estuvo el adenovirus, sí estaba la influenza, sí estaba el rotavirus, lo que no estaba era el reservorio, que son los niños y también las agrupaciones de personas. Todos los virus van a actuar en agrupaciones de personas, donde hay gente que se junta, donde hay comunidades, el virus afecta. Hubo gente contagiada con influenza, pero cuando hablamos de los adenovirus y los rotavirus hablamos de virus que atacaban con mucha mayor frecuencia a los niños. Al no haber clases, lógicamente, los niños estuvieron aislados en todo este proceso y por eso no se vieron las tasas de contagio de otros años, las tasas de incidencia de otros años, pero igualmente hubo gente contagiada pero a tasas muy, muy bajas. Pero recordemos también que el centro era el Covid, por tanto la cuantificación de casos de adenovirus, rotavirus o virus sincicial no era prioridad. Por otro lado, cabe señalar que la campaña de vacunación contra la influenza se adelantó y como la población estaba asustada por el coronavirus la cobertura de inoculación también fue mayor que otros años y por lo tanto la tasa de incidencia fue muy baja y aquellos que se contagiaron tuvieron sintomatología muy leve gracias a la vacunación”, apunta la doctora Muñoz.

El doctor Barria indica que “los niños están en contacto constante con procesos infecciosos y varios a la vez entonces su sistema inmune está como más activo, por eso el covid tampoco los afecta tan gravemente. Hay que recordar que los coronavirus están en nuestro medio de manera habitual y causan cerca del 25 por ciento de los resfriados ‘comunes’ y se ha estudiado una relación cruzada, es decir que las defensas creadas contra esos coronavirus podría tener incidencia y reducir la severidad de la infección del coronavirus del Covid en los niños”.

“Por otra parte, el órgano del Timo es más grande cuando los niños son más pequeños y esta estructura es la que genera las células para defendernos de las infecciones y a medida que uno va envejeciendo este timo se va achicando y finalmente es poco funcional, esas y otras razones explican el por qué el Covid afecta menos a los pequeños. Pero si los niños vuelven al colegio vamos a volver a ver otras infecciones que este año vimos poco y la coinfección es decir que se contagie de Covid y otro cuadro respiratorio por ejemplo influenza, podría hacer que el cuadro si fuera realmente complicado”, agrega.

Según comenta la epidemióloga “estos virus han demostrado tener una estacionalidad y temporalidad bastante marcada, y en el caso del Covid es similar, o al menos así se ha visto en otros países, sin embargo en Chile el comportamiento de la población no ha permitido bajar la presencia del Coronavirus en los índices esperados. Eso te indica más o menos lo que puede pasar de volver a clases”.

“Si lo niños vuelven a clases va a aumentar la movilidad y así van a empezar a aparecer otros virus como el sincicial en los más pequeños, el adenovirus, la influenza y va a haber un rebrote de estas enfermedades que el 2020 no la vimos, pero no porque no existan sino porque no hubo aglomeraciones ni niños en los colegios”, argumenta el pediatra quien añade que poder diferenciar la sintomatología entre todas estas patologías puede ser algo confuso también.

“Es complejo diferenciar los cuadros porque en general son bien similares. Quizás algo que se ve de forma ‘exclusiva’ en el Covid es la pérdida del olfato y el gusto. Entre la influenza y el Covid por otra parte la diferencia puede radicar en la velocidad de la sintomatología, mientras en el Covid la gravedad va aumentando de forma gradual en la influenza es más de golpe, de pronto el niño tiene fiebre alta, mucho dolor muscular, es más brusco el cambio”, concluye.

¿COLAPSO EN EL SISTEMA DE SALUD?

Si el Coronavirus sigue su curso a pesar de la vacunación y los otros virus que aparecerían de volver la ‘normalidad’, la situación podría ser absolutamente crítica también para la red hospitalaria, que en años normales colapsa con las afecciones por virus estacionales y respiratorios.

“Las ucis no están ocupadas sólo con pacientes Covid pero si habitualmente colapsamos en periodos normales con los virus respiratorios habituales la situación se ve compleja. Va a aumentar la carga asistencial, la carga hospitalaria y que hoy en día ya no tenemos cómo enfrentarla. Mi señora trabaja en el servicio de adultos del HGGB y hoy no hay ninguna cama para hospitalizar pacientes y si a eso le agregamos los cuadros respiratorios ni la red privada ni la pública va colapsar, no va a ser capaz de dar respuesta”, advierte Barría.

“Si las personas seguimos haciendo mal las cosas, si seguimos llenando los malls, las ferreterías, los supermercados, las terrazas de los restaurantes, esto no tiene forma de revertirse. Si normalmente esto colapsa y ahora ya está al borde del mismo en muchas ciudades del país, la realidad nos puede golpear fuerte”, explica Muñoz.

LA PSICOLOGÍA DE LAS COSAS

Desde la vereda de la psicología el regreso a clases parece conllevar efectos positivos para la salud tanto de padres como de los niños. De ello nos habló Katherine Schlosser, psicóloga clínica, especialista en adolescentes, quien nos intentó aclarar el confuso panorama en torno al retorno a clases para la salud mental.

“Para los niños y jóvenes con mayores necesidades sociales es positivo reencontrarse con sus profesores y compañeros, tener otra vez el contexto escolar en el cual poder desarrollarse, interactuar con otros y enriquecer sus necesidades emocionales y de habilidades blandas, sin embargo, para niños y jóvenes mas ansiosos esto puede ser un problema, ya que, podrían estar asustados y preocupados por esta nueva modalidad, haber estado al cuidado de sus padres por casi un año en un entorno seguro y volver a un contexto en donde signifique cierto “peligro” podría tener resultados ansiosos y negativos para la salud mental, por lo tanto, depende de cada caso, de la personalidad del niño y de como asuma el proceso cada familia”, explica la profesional.

“Dentro de los efectos positivos los padres podrán organizar mejor sus tiempos, el teletrabajo ha sido complejo para las familias chilenas, combinar los tiempos laborales, espacios del hogar, reuniones por internet y además tener la responsabilidad de cuidar, entretener, y organizar los horarios con los niños no es menor y esto provoca estrés. Por lo que en ese sentido se torna positiva esta nueva modalidad, sin embargo, para padres más ansiosos podría significar una preocupación extra de que el hijo/a sea un posible vector al llegar a casa, esto influirá dependiendo de las condiciones y aprensiones de cada familia o por ejemplo si en ese hogar vive algún adulto mayor o persona de riesgo” agrega Katherine con respecto a los apoderados.

Pero todo parece tener duplicidad en este nuevo contexto y para esta generación de niños marcados por el Covid.

“Hasta cierto punto, a lo largo de la historia los seres humanos hemos tenido que vivir diversos cambios y catástrofes en el mundo, sin embargo, los niños y adolescentes poseen una resiliencia distinta a la de los adultos, se adaptan de mejor manera a las adversidades y cambios, sobre todo si tienen la contención emocional necesaria desde sus padres y/o vínculos de afecto significativos”, parte explicando la psicóloga.

“En el ámbito de la tecnología hay un aspecto positivo en haber desarrollado sus habilidades y estar interconectado con el mundo desde lo que es el internet y los dispositivos, no obstante y de forma paradójica este desarrollo puede tener efectos negativos, ya que, los niños y jóvenes ya vivían en un ciclo y/o periodo brutal desde lo que son las “pantallas” el contexto pandemia contribuyó a que los niños fueran más dependientes de los juegos, del celular lo que provoca retraimiento, escasas relaciones sociales y finalmente resultados negativos en lo emocional, recordemos que los seres humanos somos seres sociales por naturaleza”, agrega.

Pero mantener las medidas sanitarias parece ser lo más complejo considerando que se trata de niños los que regresarán al colegio. En este sentido ¿se puede “aleccionar” a un niño que debe mantener distancia con sus pares?

Sí se puede hasta cierto punto y dependiendo la edad del niño nos comenta la especialsta.

“Si hay vuelta a clases, es considerando la importancia de retomar las relaciones humanas y de pares, además del trabajo enriquecedor en aula, sin embargo, recordemos que son niños, por lo tanto, se deberá realizar educación desde sus casas y del establecimiento educacional en relación a no compartir comida, mantener cierta distancia, etc”, argumenta. y señala que además “el objetivo es que vuelvan a compartir entre pares, sin tener una presión “catastrófica” de este nuevo contexto, ya que, la finalidad es que esto traiga un efecto positivo y no negativo a la estabilidad emocional del niño, niña o adolescente”

Por otra parte, explica que es viable para un niño cumplir con las medidas sanitarias sin dañar su salud mental, pero que “estas medidas deberán ser desde la psicoeducación y sin abrumar a los niños con innumerables “tips” o acciones a seguir, tienen que ser pautas establecidas, claras y simples. es fundamental no generar miedo ni un exceso de preocupación, ya que, esto podría generar síntomas o algún trastorno ansioso para el niño o niña”.

VACUNAS

De acuerdo al doctor Raúl Barría hoy no hay vacunas para niños. En Pfizer se están haciendo los estudios en niños de entre 12 y 16 años. Pero lo más probable es que no ocurra absolutamente nada pero mientras no estén los resultados no se pueden recomendar ni sugerir nada, por ahora. Obviamente toda esta información va a ir cambiando pues los estudios continúan y la evolución de la pandemia también.

Maritza Muñoz por su parte explica que si uno se vacuna si se puede contagiar de Covid después pero la diferencia es que ya no va a tener la misma gravedad, sin embargo seguirá siendo vector de contagio.

“Una persona se contagia estando vacunado será vector de contagio y va a poder contagiar por ende a otras personas. Si contagia a otras personas que no están vacunadas la enfermedad podría igualmente llegar a ser grave. Además si se vuelve a contagiar con vacuna y es asintomático sigue el problema. Por eso es tan importante que mientras no se logre el efecto rebaño de al menos el 70% de la población vacunada que no bajemos los brazos, que nos mantengamos en guardia, seguir cuidándonos y usando todas las medidas que ya conocemos”, señala la doctora en salud pública.

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

Mientras esta decisión parece seguir firme es importante recalcar que la determinación del regreso a clases según el instructivo del propio ministerio de educación será tomada por cada seremi en relación a la condición sanitaria de su zona para decretar si hay o no clases presenciales. Por otro lado, y hasta el día de hoy, las clases presenciales no son obligatorias, sino opcionales, porque se mantendría la modalidad de clases online.

Tanto para Muñoz como para Barría los niños en este contexto no debiesen retornar a clases hasta que al menos el 80% de la población esté vacunada y se logre el efecto rebaño, cosa que ocurriría según sus cálculos no antes del segundo semestre.

“Si es que no hay una vacunación efectiva de al menos el 80% de la población, que no la va a haber de aquí a marzo, con suerte a partir del segundo semestre, mi recomendación es que los niños no asistan a clases y si por alguna razón es estrictamente necesario que el niño vaya tratar de que sigan al pie de la letra las indicaciones y medidas para reducir el riesgo, que de todas formas no quedan en 0”, señala Barría y agrega “lo más importante si hay que volver a clases es que los papás estén tranquilos porque no debiese ser algo obligatorio, sino que opcional. También que los padres sean muy responsables y conscientes que si sus hijos tienen síntomas de un cuadro infeccioso como tos o romadizo o fiebre, no los manden al colegio porque pueden ser una fuente de contagio para otras personas y sus compañeros y esos niños pueden contagiar a personas de alto riesgo como sus abuelos e inculcarle sobre todo a los adolescentes que cumplan las normas sanitarias, por favor, porque es la única forma de autocuidado que tenemos”.

“Los niños tienen que entender que la mascarilla se deja puesta, se cambia cada dos o tres horas (salvo la KN-95), que no se usa bajo la nariz y que no es ponérsela y sacársela a cada rato, sino que salen de la casa con la mascarilla puesta y vuelven a la casa con la mascarilla puesta. También hay pequeños (y adultos también) que deben entender de igual manera que no deben tocarse la mascarilla, pues si la tocan y después se refriegan los ojos y en la mascarilla había coronavirus se produce un ‘autocontagio’. Lo mismo con el metro y medio, por lo menos, de distancia y el lavado constante de manos. Deben hacer todas estas cosas de manera ‘natural’ y es complejo. Si hablamos de jardines infantiles se van a contagiar todos, porque es difícil hacer entender a niños tan pequeños. En general los niños no tienen estas cosas internalizadas porque tampoco las tienen los padres, mi hija por ejemplo sí, pero es porque yo soy doctora y la he ‘entrenado’ y ella por ejemplo si le pica se aguanta, pero esa no es la norma general. Si vuelven a clases la gran mayoría de los niños va a tocarse la mascarilla, va a jugar con los compañeros, va a compartir la colación… entonces es muy difícil, seguramente aumentarán las tasas de contagios en niños”, dice la doctora Muñoz.

Finalmente la psicóloga Katherine Schlosser indica que el proceso de potencial regreso a clases presenciales se resume en la contención emocional que tengan los niños y jóvenes en este proceso desde el hogar, padres preocupados y ansiosos traspasarán sus angustias a sus hijos y tendrán dificultad en la adaptación, en paralelo padres que enseñan y educan a sus hijos en el cuidado de si mismos y del resto (respetar los espacios y normas que se den en los diferentes establecimientos). Pero sin transmitir terror, sentimientos catastróficos y presión a sus hijos. tendrán una mejor adaptación a este nuevo contexto. Sugiero que si para los adultos es compleja esta situación y están asustados buscar ayuda profesional, ya que, adultos tranquilos y seguros es igual a niños emocionalmente estables”.

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