La humanidad ha atravesado por una serie de crisis a lo largo de sus más de 2 millones de años en la Tierra. desastres naturales de gran proporción, guerras, catástrofes, matanzas y por supuesto… pandemias. La actual pandemia de Covid-19, la más grande en lo que va del siglo 21, al igual que las anteriores terminará algún día, más pronto que tarde, pero ya ha comenzado a dejar una estela de cambios importantes en diversos ámbitos como la economía, la tecnología, la salud y el trabajo. ¿Cómo será el planeta cuando el sars-cov 2 esté controlado? Revisamos la historia de pandemias anteriores y el actual comportamiento social para dibujar un mundo post pandemia
Cuando los medios comenzaron a hablar del nuevo virus altamente contagioso que estaba causando enfermedad y muerte en China a fines de 2019 nadie pensó que se transformaría, y rápidamente, en el causante de la mayor pandemia en lo que va del corriente siglo.
Más de 115 millones de personas contagiadas y alrededor de 2 millones 600 mil fallecidos a causa del COVID-19 en poco más de un año es el saldo y aunque el proceso de vacunación avanza rápidamente aún queda un buen tiempo por soportar. Y no se trata sólo de la enfermedad, sino que también y más bien, de las consecuencias que la pandemia ha dejado en diversos aspectos del vivir humano y del propio planeta.
El origen de las pandemias si bien es básicamente biológico, también genera una suerte de psicosis colectiva, cosa que acompaña a la naturaleza humana. En la Edad Media todas estas enfermedades eran consideradas castigos divinos, fenómenos paranormales apuntados a enseñar lecciones y mostrar el poder de los dioses. Ahora, por ejemplo, se apunta a grandes conspiraciones, planes de reducción de población, juegos de los grandes poderes ocultos en las sombras, etc.
Pero más allá del origen, lo importante es que las pandemias generan cambios relevantes en las formas de vida de las sociedades de todas las épocas.
Esta no es la primera vez que la humanidad debe soportar una enfermedad de alcance global que produce eliminación masiva de la población y los consecuentes cambios en la estructura socioeconómica y cultural.
HISTORIA RECIENTE: LA GRIPE ESPAÑOLA
Sin ir más lejos, a comienzos del siglo pasado, en 1918, una gran epidemia de influenza, conocida como la Gripe Española provocó la muerte de 50 millones de personas y encima ocurrió cuando recién se estaba saliendo de la Primera Guerra Mundial, causando efectos devastadores.
Así lo confirma el profesor Asociado del Instituto de Historia de la Universidad San Sebastián, Dr. Cristián Medina Valverde, quien explica que “el efecto fue catastrófico ya que coincidió con el fin de la Primera Guerra Mundial que había tenido un impacto profundo en la visión del hombre y de la sociedad. Al menos un tercio de la población mundial de ese entonces estaba contagiada y los fallecidos superaron a las víctimas de la Gran Guerra (que entre 1914 a 1919, costó la vida de al menos 16 millones de personas, entre civiles y militares) afectando, especialmente, a los países más pobres”.

“Los efectos económicos de la gripe española resultan eclipsados en el contexto bélico del fin de la Gran Guerra.Aun así, investigaciones recientes permiten dimensionar los costos económicos que fueron más altos, como era de esperar, en países pobres donde se contrajo la producción agrícola y se redujo la fuerza laboral. En países industrializados se observó una caída en los índices de la producción industrial y la actividad comercial durante la etapa más álgida de la gripe”, agrega el docente.
Un estudio de la Universidad de Harvard, publicado el año recién pasado, estima que cerca del 0,5% de la población de EE.UU. de aquel entonces murió debido a la epidemia (cerca de 550.000 personas).En cambio, en India 17 millones de personas murieron a causa de la gripe.
Por otra parte, apunta el historiador, generó cambios sociales importantes a nivel de género, ya que “la gripe española se llevó a esa generación de jóvenes que sobrevivieron a la guerra y que estaban en su etapa de mayor vitalidad, esto impulsó el trabajo femenino, es decir, el acceso al mercado laboral lo que permitió la participación sindical y política de la mujer”.
Ejemplo claro de esto es Estados Unidos ya que para 1920, las mujeres representaban el 21% de la fuerza laboral norteamericana y ese mismo año el Congreso de EE.UU. ratificó la decimonovena enmienda de su Constitución, que otorgaba el derecho al voto a las mujeres.
En Chile como resultado de la gripe hubo cerca de 40 mil muertos entre 1918 y 1921, algo así como el 1% de la población de aquel entonces; aunque se le ha dado más relevancia a los efectos negativos que supuso el fin de la Primera Guerra Mundial para nuestro país.
AÚN MÁS ATRÁS: LA PESTE NEGRA
Para el ingeniero comercial, master en economía aplicada, Carlos Smith la situación actual incluso se puede comparar con lo ocurrido incluso varios siglos antes, con la que es conocida como la gran pandemia de la historia de la humanidad, la peste bubónica del siglo XIV, mejor conocida como la peste negra, que arrasó con casi un tercio de la población en Europa; 80 millones de europeos quedaron reducidos a tan sólo 30 entre 1347 y 1353.
“Los efectos fueron de la peste negra fueron gigantescos y duraron más de 100 años, la recuperación tardó más de un siglo, estamos hablando de una época donde las condiciones era bien precarias, sobre todo en términos de salubridad. Pero pasaron cosas bien parecidas, desapareció el comercio, la gente migró al campo, fue transversal igual que lo que está pasando ahora, murieron tanto mendigos como reyes, afectó a toda la población y se produjeron cambios que hoy también se están viendo”, apunta el director de la carrera de Ingeniería (E) en administración de la Universidad del Desarrollo.
El académico dice que en ese tiempo se cambió la matriz productiva de la agricultura donde se necesitaba mucha gente a la ganadería donde se necesitaba menos personal y se aprovecharon terrenos que no se estaban ocupando. Se puede hacer el símil, apunta Smith, con lo que hoy está pasando y va a pasar con el teletrabajo y todo lo que tiene que ver con la digitalización
“Esto nos hizo cambiar el switch, un proceso que parecía a largo plazo, incipiente que tenía que ver con el delivery, las compras por internet y el trabajo remoto, de pronto explotó, la situación nos forzó a movernos hacia esas tecnologías de manera acelerada. La propagación de las pandemias siempre ha tenido que ver un poco con el comercio y los viajes, así ocurrió en el siglo XiV y hoy por hoy con mayor razón, por lo tanto este giro hacia lo remoto también es parte de un proceso que busca reducir las posibilidades de contagio de esta y otras futuras pandemias”, asegura Carlos

“La historia es lo que aconteció y es la única guía que tenemos para enfrentar nuestro presente al revelarnos lo que ha sido la experiencia humana en el tiempo, desde esa atalaya es posible mirar al pasado y ver como la humanidad superó obstáculos parecidos: la peste negra, la gripe española, u otra enfermedad devastadora. Sin duda que una pandemia genera una tensión en todas las estructuras de la sociedad y en las actividades habituales de los seres humanos, no enfrentar el problema de manera oportuna, eficiente, con sentido de urgencia significa un riesgo muy alto de asumir”, comenta enfático el profesor Cristián Medina.
LA SALUD PRIMERO
Las pandemias a lo largo de la historia han significado también mejoras importantes en términos de medicina y sistemas de salud.
“En Chile por ejemplo con la gripe española o las epidemias de cólera surge la medicina preventiva y la salud pública chilena toma un vigoroso impulso. El Estado ve la necesidad de contar con más y mejores herramientas para enfrentar este tipo de situaciones y avanza en la codificación sanitaria, en la creación de instituciones que asesoren al Ejecutivo en temas de Salud Pública, surge un Servicio Nacional de Salud y se crean Facultades de Medicina en diversas zonas del país (Santiago, Concepción, Valdivia, por ejemplo), lo que permite robustecer la salubridad en Chile”, relata Medina.
A nivel mundial por ejemplo, la gripe Española impulso entre otras cosas la creación de la predecesora de la OMS, la instauración de la primera red de salud pública (específicamente en Rusia en 1920), el descubrimiento del primer antibiótico (1928) o la creación de la primera vacuna contra la gripe (1940).

Hoy este impulso se ve demostrado por la cooperación para crear vacunas contra el Sars-Cov 2 en tiempo récord.
“Se ha visto la unión de muchos laboratorios. Eso debiese quedar. Se dieron cuenta que cooperando se logran mejores resultados, lo que también es bueno para ellos en términos de negocios”, comenta Smith.
UNA NUEVA RUTINA Y LA RECUPERACIÓN
“Lo más probable es que el 2022 estemos fuera de esto y creciendo nuevamente, pero con muchos cambios. Cuando hay crisis las empresas buscan bajar los costos, se percatan si hay procesos duplicados, se adquiere nueva tecnología pues no se necesita tanta gente, por lo tanto se va transformando la matriz productiva, como ocurrió en el siglo XiV, y hay menos requerimientos de algunas cosas, pero más de otras, algunas profesiones serán más requeridas”, indica el profesor Smith refiriéndose a una recuperación económica en nuestro país donde también influye mucho lo que logren hacer nuestros principales socios comerciales como Estados Unidos, China y la Unión Europea.
También hay que considerar en la ecuación el proceso constituyente y la inestabilidad social que aún se percibe, dice el economista, ya que la incertidumbre aleja la inversión y eso es muy importante en el proceso de recuperación más allá de los altibajos en el precio del cobre.
Pero esa incertidumbre en el campo económico se ha extrapolado a la sociedad en su conjunto producto de la pandemia, así lo grafica el sociólogo de la UDEC Germán Lagos.
“Si hay algo que resulta extraordinariamente complejo para la especie humana es la incertidumbre sobre las cosas, la incertidumbre te genera una sensación de inseguridad sobre lo que pasará a futuro. Cuando nuestros abuelos hablaban sobre las jubilaciones, por ejemplo, ellos sabían lo que venía y que iban a tener una jubilación medianamente decente y tenían cierta certeza sobre su futuro, pensando sólo en la jubilación, en las leyes, pero ahora estamos pensando en la salud y eso es bien complejo porque es la salud y la vida, entonces si nosotros pensamos hacia al futuro no sabemos qué va a pasar, tiene que ver con el miedo a perder a alguien, a morir, a quedar solo y eso genera bastante incomodidad, preocupación, estrés y todos los males de la vida moderna se hacen más significativos y se tienden a intensificar. Lo que ha hecho la pandemia es hacer más brutales y evidentes las contradicciones del modelo, y las familias tienen a relevar las falencias y problemas que tenían antes de la pandemia que se han visto intensificados como el hacinamiento, la desigualdad, la violencia dentro de los hogares, etc”.

Por otro lado el también docente e investigador cree que se han dado una serie de cambios en la vida cotidiana que perdurarán en el tiempo.
“Yo creo que en el caso de lo que estamos viviendo en Chile lo que hay que relevar de manera especial son las transformaciones en la vida cotidiana de las personas, básicamente los ajustes que los grupos sociales hacen a propósito de cambios que terminan siendo más o menos estructurales y políticas públicas que transforman el diario vivir. Lo más complejo de esto es que las personas tuvieron que hacer una transformación de su vida cotidiana durante la pandemia que implicó el trabajo de emergencia, un conjunto de ajustes que implican tener un espacio para trabajar en casa, una forma de gestionar la vida social al interior del hogar, con hijos viviendo dentro de la casa permanentemente, en hogares muchos en chile donde las condiciones son precarias, son una serie de ajustes que las personas que debieron adoptar en muy corto tiempo y eso va a impactar sin duda de forma significativa de aquí para adelante la vida de las personas”, cuenta Lagos.
Ahora viene el otro ajuste, que es el ‘desconfinamiento’, es un nuevo ajuste con condiciones distintas a las de antes de la pandemia y que va a significar salir al exterior, llegar a un lugar de trabajo nuevamente con condiciones desconocidas de momento, con políticas cosas que te exigen ciertas cosas.

“Lo más complejo son las transformaciones que han variado en forma radical y en corto tiempo y con instrucciones por parte del Estado que tienden a ser bastante ambivalentes, por una parte el Estado te dice puedes salir pero sólo en ciertos lugares ‘usted no puede ir a la playa, pero si a un mall, no puede ir a una plaza o a un parque pero si puede viajar hacinado en una micro’, entonces es confuso”, apunta el sociólogo, quien sin embargo asegura que no todo es negativo.
“Luego del desconfinamiento viene salir a la calle, recuperar a los amigos, a los compañeros, salir del centro del hogar y ampliar la vida social a otros espacios, Pensando a futuro hay cosas que son importantes, por ejemplo del punto de vista de las ciencias esto va a significar una revolución gigantesca con respecto a cuestiones que no se sabían y que ahora por el apuro, por la emergencia, la necesidad de conocimiento, se tuvo que saber y lo otro a lo que hay que ponerle ojo al mundo de la cultura y el arte que luego de este ostracismo es posible que haya una explosión en este ámbito. Más allá del cliché las crisis presentan oportunidades para transformar y mejorar las cosas”.
El especialista cree que entre otras cosas que quedaran para siempre pospandemia está la comunicación digital, los procesos de enseñanza-aprendizaje de manera remota y otras aplicaciones tecnológicas, además, piensa, que el uso de la mascarilla en espacios públicos se arrastrará por mucho tiempo producto del temor y la desconfianza.
El tema de la desconfianza es muy relevante, sobre todo en un mundo donde predomina la pos verdad y las teorías de la conspiración, que terminan siendo un imaginario dentro de la pandemia también, esto de la ‘plandemia’, de que son mecanismos de control, etc. Y efectivamente creo que para bien o para mal se instalarán medidas de control que tendrán que ver con el distanciamiento físico, con la producción y reducción de ciertas libertades”, cierra el sociólogo, magister en ciencias regionales.

“Una enfermedad, una peste, o una pandemia no sólo tiene implicancias virales, biológicas o sanitarias en la población; también tiene alcances sociales, económicos, culturales, políticos, psicológicos, internacionales, etc. El propio rol del Estado o de la Sociedad Internacional puede entrar en una fase de redefiniciones o en caso extremos mostrar su ineficiencia desatando cuestionamientos, inestabilidad y crisis”, expresa el historiador Cristián Medina.
“La cooperación científica nacional e internacional constituye, según mi entender, una muestra palmaria de la necesidad de apostar por el multilateralismo y la cooperación internacional para contener la enfermedad. Hoy se habla incluso de la ‘diplomacia de las vacunas’ para entender como están operando China y Rusia en el sistema internaciona”, prosigue.
«Lo que ha demostrado la actual pandemia es la necesidad que las estructuras del Estado se muevan con agilidad, flexibilidad y con extrema creatividad para hacer frente a los efectos que ha ido provocando en los diversos ámbitos de la sociedad. En esto yo veo una oportunidad extraordinaria para el futuro de todas las actividades económicas, educacionales, productivas, culturales, etc.. Una vez superada esta fase de incertidumbre, de vulnerabilidad y de temor, el mundo, la sociedad y sus hábitos, no pueden ser los mismos del período anterior”, concluye optimista el doctor en Historia, sobre un mundo post pandémico que por ahora sólo podemos imaginar.
¿Seremos mejores seres humanos? ¿Viviremos mejor y más conscientes? Sólo el tiempo, los dioses o los siniestros personajes detrás de las más macabras conspiraciones jamás imaginadas lo dirán.