Mónica De Bolle, economista brasileña de gran renombre internacional, señaló que los gobiernos de Latinoamérica le fallaron a la gente y que muchas medidas habían sido un fracaso. Repasamos sus dichos y los contrastamos con las del destacado economista local Carlos Smith.

La economía sin duda ha sido una de las grandes afectadas en medio de la crisis sanitaria global a causa de la expansión de coronavirus. Gobiernos de todo el mundo han buscado diversas fórmulas para ayudar a los ciudadanos a sortear las dificultades impuestas por la pandemia y las medidas de cuarentena y distanciamiento social. En Latinoamérica la situación parece ser crítica.


Así lo apunto en entrevista con BBC News la economista Mónica de Bolle quien aseguró que “los gobiernos de América Latina le fallaron a la gente en la pandemia”.

Esta investigadora senior del Peterson Institute for International Economics (PIIE), académica y exdirectora de Estudios Latinoamericanos y Mercados Emergentes en la Universidad Johns Hopkins, asegura que la respuesta gubernamental frente a la crisis sanitaria fue ‘un desastre’

Monica de Bolle – Instagram

“Creo se podrían haber evitado muertes, porque si los países hubieran implementado estrategias más focalizadas, las cosas serían diferentes. Focalizadas en dos cosas: las transferencias de dinero para personas vulnerables y para pequeños negocios, y haber tomado las medidas sanitarias a tiempo para enfrentar la pandemia. Esas dos cosas habrían sido muy buenas repuestas, habrían tenido un costo menor, habrían tenido un mayor impacto en el control de la pandemia. Habrían salvado más vidas y habrían ahorrado costos. Hubo mucho dinero gastado que se fue a ninguna parte”, argumentó la doctora en Economía de la London School of Economics, quien además se especializó en estudios en inmunología, genética y bioquímica en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard.

La economista señaló además que “No hicieron lo correcto porque no entendieron desde un inicio que la pandemia y la economía van inextricablemente juntas. No se puede separar el problema de salud del problema económico.
Todos estos países partieron de la idea de que tenían que proteger la economía, que era mejor evitar los confinamientos y se mantuvieron en esa línea por un largo tiempo, salvo algunas excepciones. Muchos gobiernos fracasaron en entender que tomar medidas para controlar la pandemia era bueno para la economía.
Lo segundo es que las medidas económicas deberían haber respondido a las necesidades. Esto no es cualquier crisis económica. Es una crisis económica provocada por un problema de salud pública. Por eso hay que conectar las dos cosas.”

Ante esta desgarradora opinión contactamos al economista de la UDD Carlos Smith para que nos diera su visión sobre el escenario.

Carlos Smith-UDD

“Yo creo que no ha sido un desastre en general. Ahora, en el barrio hay de todo, somos países de ingresos medios y algunos de ingresos bajos, países pobres; por lo tanto, claramente los recursos que hay no son abundantes. La pandemia pilló a varios países muy endeudados o con pocos recursos, eso implica que las posibilidades no son muchas en muchos casos. Esto es como las familias, hay algunas que tienen más posibilidades y otras que tienen menos y hacen lo que pueden, en ese sentido creo que Chile es de los países que más ha hecho con los recursos que ha inyectado ahora último. Ahora si a eso le sumamos los retiros de fondos, que no son directamente del gobierno, pero si del estado, a través del poder legislativo, como se haya hecho, llegamos dentro de la OCDE de los países de la mitad para arriba, o sea, Chile en particular. Pero sí, América Latina está muy abajo y ahí nos meten a todos en el saco y ese es un problema”.


En el caso particular de Chile el especialista nacional apunta que “los errores, creo, que están en las trabas, la lentitud en los procesos eso más que nada”.

Ningún Estado, en ninguna parte, va a reemplazar el sueldo de las personas, pagarle el sueldo a cada una de las personas es imposible, ni en los países ricos. Son errores a veces involuntarios, porque todos creíamos que a lo mejor íbamos a estar bien ahora, que esto ya habría pasado el verano pasado, y la verdad es que es difícil enfrentarse a una pandemia de este tipo con olas que le han pegado a todo el mundo y esto quiero recalcarlo, no importa de qué lado sea el gobierno, en ninguna parte, nadie ha podido manejarlo muy bien, claro tenemos casos como las islas que son más fáciles de controlar, pero el resto de los países incluidos países ricos como Suecia, Noruega, Inglaterra, han tenido muchas dificultades que son las mismas que estamos pasando nosotros en el manejo de la pandemia y en todos esos países con gobiernos de izquierda o derecha pareciera que la respuesta y la solución la tiene la oposición y eso no es así, ese es uno de los errores que se ha cometido en todos lados, polarizar políticamente el tema y eso se potencia aún más en América Latina y eso no permite llegar a acuerdos para poder avanzar ordenadamente”, profundiza el Director Carrera Ingeniería (E) en Administración en Universidad del Desarrollo y master en economía aplicada de la universidad de Georgetown.

APOYO A LAS PYMES

De acuerdo a De Bolle la gran diferencia entre el manejo económico de los países ricos y los países de América Latina en la pandemia radica en el apoyo a las empresas.

“La principal diferencia, si comparamos la respuesta de los países latinoamericanos y los europeos, es que los países más desarrollados apoyaron más a las pequeñas empresas. Por ejemplo, pagando parte de los salarios de los trabajadores para que las empresas no tuvieran que despedir a las personas. El problema es que una medida como esa aplicada en Latinoamérica no es realmente eficiente porque una gran parte de la población trabaja en el sector informal”, recalcó.

“Concuerdo con De Bolle en que los países ricos, incluido China, lo que hicieron fue apoyar mucho a las empresas para que siguieran produciendo y no tanto a las personas directamente y ahí hay un tema no menor porque eso permitió que todo el sistema productivo se mantuviera y cuando se empiezan a levantar las cuarentenas la capacidad productiva está intacta y por lo tanto la recuperación y los crecimientos son mucho más rápidos y dejan morir a menos empresas y aquí en Latinoamérica, incluido Chile, nos hemos centrado más en las personas y no en los emprendimientos. Eso es una realidad y creo que aquí las empresas necesitan urgentemente que le llegan recursos, rápidamente, sin tantas trabas, pero parece que hay una parte de la política que no lo ve tan así, o lo ve pero no hace mucho”, responde Smith.

“Aquí hay dos cosas: sí ayudaron a las personas más vulnerables, a las personas que trabajan en el sector informal, pero en el caso de las pequeñas empresas, muchos países, incluyendo Brasil, no aplicaron programas para ayudarlas. En general, los pequeños negocios no recibieron ayuda. Por eso hemos visto bancarrotas. Esto es algo que ha afectado a las economías, al sector de servicios, que es donde hay más pequeños negocios. De verdad que hubo muy poco apoyo para ellos en la región. Creo que eso fue un error porque esos negocios emplean a mucha gente y tienden a ser vulnerables. Desafortunadamente muchos de los despidos en Latinoamérica ocurrieron en pequeñas empresas”, sentenció De Bolle.

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