Los niños también se han visto afectados por la crisis sanitaria a tal punto que estaría modulando sus conductos en una serie de planos, lo que ha llevado a especialistas de diversas áreas a caracterizar a este grupo de infantes como “NIÑOS PANDEMIA“. Cómo se identifica a estos pequeños, a qué señales deben prestar atención los padres o tutores y qué pasos deben tomar para mitigar los efectos de este ‘nuevo mundo’ son parte de lo que abordamos con la terapeuta ocupacional Sofía Sandoval y la fonoaudióloga Camila Jaramillo en la siguiente nota de Revista Rúa

La pandemia no tan sólo ha afectado la salud mental de los adultos. Los niños también son víctimas de un nuevo mundo en el que la falta de socialización con su entorno está acarreando consecuencias en su desarrollo cognitivo, físico y social. Es por ello que hoy muchos profesionales hablan de los “Niños Pandemia“: pequeños que han sufrido las consecuencias de una crisis sanitaria global sin precedentes y que en su cotidianeidad han presentado problemas sensoriales, conductuales, de comunicación y físicos.

¿Cuáles son los signos de alerta? ¿Cómo diferenciar si su actuar es causa de la pandemia o una patología clínica?

Analizamos los “niños pandemia” desde la óptica de la terapia ocupacional con Sofía Sandoval, terapeuta y creadora del popular Instagram @TerapiaKidsCCp. Mientras que con la fonoaudióloga Camila Jaramillo, abordamos esa también arista en el trabajo con los más chiquitos del hogar.

IDENTIFICANDO A LOS NIÑOS PANDEMIA

Tanto desde la vereda de la terapia ocupacional como de la fonoaudiología las profesionales apuntan a que existen comportamientos que evidencian que la pandemia está afectando sus procesos, uno de los fundamentos de esto es la alta presencia de la tecnología en la cotidianidad de los más pequeños.

“Han llegado a consulta niños que hoy presentan problemas sensoriales, por ejemplo, algunos no soportan andar con zapatos; también muchos con problemas de alimentación; empiezan a estar más irritables; ya no se relacionan con sus pares, no es el típico niño que explora de acuerdo a su edad sino más bien son introvertidos; presentan retraso en el control de esfínter, con una exposición excesiva a la pantalla, lo que hace que no jueguen y empiecen con problemas de coordinación porque ya no están socialmente activos” relata la terapeuta ocupacional.

Son estos signos, que generalmente se da en niños de cuatro o más años, los que deben alertar a los padres en inicio.

“Los niños entienden que algo pasó, están más irritables porque saben que está la plaza afuera y no pueden salir”, agrega Sofía.


Desde la vereda de la comunicación, Camila comenta que se debe diferenciar entre niños que ya presentaban diagnóstico de trastorno de lenguaje y niños que comienzan hablar bajo esta ´nueva normalidad’.

“El niño que tenía dificultades a nivel comprensivo presentó un cambio abrupto en su rutina y una disminución de habilidades de índole social, entonces, aquí hay una dificultad y cambios en cómo reciben información y contenidos de aprendizaje que involucra el área social y comunicativa, no solo palabras sino también se han visto imposibilitados en compartir contextos como cumpleaños o ir al jardín o colegio haciendo nulos sus intercambios sociales con sus pares. Esto se suma a un uso excesivo de pantallas, actualmente hay gran evidencia que éstas disminuyen el interés de actividades y procesos comunicativos. En estos casos la pandemia ha generado un estancamiento en el aprendizaje y ven suspendido su desarrollo”.

En el caso de los niños menores, se puede observar, con mayor precisión las características de ser “niños pandemia” pues su retraso en el ámbito comunicacional es consecuencia de una nula interacción.

“El niño normotípico que se ve afectado por la pandemia siempre tiene intención comunicativa, quizás le va a costar interactuar con sus pares (niños de su misma edad) como en casos de hijos únicos, pero presentará sonrisa social, disfruta de las actividades, recibe instrucciones, quizás estará retrasado en cantidad de palabras que debería decir para su edad, pero si habrá una cantidad que dirá, por ejemplo, si tiene dos años o más y no dice ninguna palabra claramente hay un problema más profundo” argumenta la fonoaudióloga

UNA MIRADA DESDE LA TERAPIA

Según Sofía, lo que se busca a través de la terapia ocupacional es brindar las herramientas necesarias para que el niño sea lo más autónomo e independiente posible.

“Por ejemplo, tenemos enseñarles a lavarse los dientes, abrocharse los zapatos, porque hay veces que los niños no tienen esas habilidades para desarrollar actividades de la vida diaria en el ámbito del higiene, el vestuario, o alimentación y provocan conductas desadaptativas. Hay niños que dicen ´mamá no puedo abrocharme el zapato’ y se lo tiran a la cara o cada vez que se quieren lavar los dientes hacen pataletas y eso es porque no son autónomos, por ello trabajamos en que esos niños generen confianza y puedan desarrollarse plenamente” .
Contar con profesionales que apoyen el desarrollo de los niños se ha vuelto cada vez más necesario y común, pues la terapeuta ocupacional indica que cada día son más los pequeños neurotípicos o sin alguna patología los que requieren de terapias, simplemente, porque no cuentan con las habilidades para desarrollar ciertas acciones que los afectan en su cotidianidad y que provocan trastornos en su personalidad.

“Lo que se trabaja es que adquieran esas habilidades a través del juego, dependiendo lo que se quiera reforzar del niño se emplean diferentes modalidades de juegos que les permitan generar respuestas adaptativas, mayores conexiones neuronales y habilidades sociales.Muchas veces las personas dicen ‘pero si es saltar no más’, pero a través de ese salto el niño está desarrollando un sinfín de cosas”, explicó la terapeuta ocupacional.

En el caso de la fonoaudiología también existen patrones, “a veces los papás comienzan a pensar que como su hijo(a) no tiene compañeros de juegos con los cuales interactuar durante esta pandemia, está avanzando más lento el proceso de adquisición de comunicación y desarrollo de lenguaje. Sin embargo, ha pasado un año y no avanza, no recibe instrucciones, no sabe jugar, posee pocas habilidades comunicativas y sociales. Podemos pensar que es efecto de la pandemia, pero hay signos más críticos que el “niño pandemia” no va a presentar, y aquí en cuando se requiere una derivación oportuna, para evaluar y determinar la necesidad de intervención en estos menores”, aseguró la profesional del área de la salud.

¿CÓMO PREVENIR Y QUÉ HACER?

La terapeuta ocupacional dedicada al trabajo con niños recomienda “tratar de reducir la exposición a la pantalla, ampliar el repertorio de actividades significativas de los niños optando por las que llevan a juegos más sociales, aprovechar los espacios en los que puedan salir y también la confección de manualidades”

En el caso de los niños que nacieron bajo la pandemia, la profesional proyecta que la clave será trabajar en equipo con educadores y docentes, pues aún se desconoce a ciencia cierta las consecuencias que puede traer el confinamiento en niños que sólo conocen esta realidad.

Por su parte, Camila, Camila, en su labor de fonoaudióloga indica que es muy importante aprovechar los recursos didácticos que hay en casa como cubos, cajas, juguetes, globos y pelotas; conversarles constantemente, por ejemplo, estimularlos contándoles las rutinas diarias, lo que ellos hacen, lo que vamos a comer y las cosas que están a su alrededor.

“Cuando hablen con sus niños es fundamental mirarlos a la cara, estar a su altura para generar contacto visual y llamar su atención. Hacer actividades en la que tomen turnos diciéndoles “primero yo y después tu” y luego lo hacemos ambos, en niños que balbucean y producen vocalizaciones imitarlas y exagerar para que las siga utilizando. También los libros de cuentos con letras y dibujos son importantes para un acercamiento futuro al desarrollo de habilidades de lectoescritura” aseguró.

“Es importante también recalcar que si bien cada niño tiene su tiempo, y no se les debe presionar, existen ciertos periodos ene l que el niño si o si debiese cumplir con algunos hitos ya sea en habla o físicos, y de no ser así lo más oportuno es consultar”, concluyen las especialistas.

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