Un viaje a Dinamarca cambió su vida.. vio el futuro y conoció la innovación tecnológica. fue la primera mujer chilena en estudiar en la prestigiosa Singularity University y ha cosechado una serie de reconocimientos como líder al potenciar la participación femenina en el masculino mundo actual. hoy llega a vivir a Andalué y desde acá quiere seguir cambiando el mundo a través de la innovación disruptiva con marcado acento de mujer.

Bárbara Silva es sin duda una marca en el mundo de la innovación. La viñamarina ha sido destacada a nivel global, fundamentalmente por su importantísima contribución al campo la innovación y emprendimiento femenino, dando impulso a cientos de mujeres a través de Her Global Impact, su organización que se centra en la formación y la aceleración de las empresarias.

Hace un mes que Bárbara se transformó en vecina de Andalué, llegó al barrio, como muchos de nosotros, buscando tranquilidad y un mejor ambiente para su familia, considerando además que su pareja es originario de la vecina ciudad de Los Ángeles.

Queríamos conocer parte de la historia de nuestra nueva vecina, descubrir algo de la mujer que está cambiando el mundo y ella no dudó en contestar nuestra llamada… Bárbara Silva, la chilena que impulsa a las mujeres a la cuarta revolución digital, la chilena que busca cambiar el mundo con poder femenino, la madre que ve en la innovación el camino para un mejor mundo para su hijo, en la siguiente nota de Revista Rúa.

INFANCIA TECNOLÓGICA

Sus primeros años fueron en Viña del Mar, con sus cuatro hermanos, su madre profesora de inglés y su padre ex marino. Bárbara nos releva que fue una infancia tranquila, estudió en un colegio de puras mujeres y luego estudió psicología organizacional, una carrera que asegura también es de puras mujeres. Por otra parte, sus papás y abuelos siempre fueron pro mujer, por lo que dice que siempre ha tenido referentes potentes en esa área.

Pero otra cosa nos llamó la atención del relato. Nos cuenta que su padre era muy fanático de los computadores y todo tipo de tecnologías que importaba directamente de Silicon Valley.

“En los 80 por ejemplo, yo tenía como cuatro años y ya estaba jugando con computadores, nuestra casa fue una de las primeras en tener conexión a internet a fines de los 80s. Siempre mi papá fue una persona que estaba muy avanzada en el campo del entendimiento tecnológico”.


Quizás esos años marcaron sin querer o sin ella darse cuenta su futuro…

“Si miro hacia atrás conecto los puntos, veo que mucho de ese camino recorrido fue parte por la inspiración de mi papá pero recién lo logré entender después de mucho tiempo, hace pocos años atrás. Yo me metí en el mundo tecnológico cuando estaba a cargo de temas de planificación estratégica de una empresa británica y tenía que desarrollar un sistema de coordinación entre países y ahí me di cuenta que todos los procesos de toma de decisión dentro de esa organización eran muy lentos y fui a buscar gerente de tecnología y le planteé desarrollar un modelo apalancado de tecnología para facilitar todo el flujo de la toma de decisiones… hoy parece obvio y todos lo hacen, pero en 2007 no era común y sobre todo que alguien que recién estaba partiendo su carrera profesional tuviera la visión de juntar el mundo de la planificación con el mundo de la tecnología entonces ahí fue donde empecé a explorar este mundo digital”, cuenta Bárbara, pero ese fue sólo el inicio de un viaje sin retorno.

WONDERFUL, WONDERFUL COPENHAGEN

Después de concluir su etapa en aquella empresa británica, a inicios del 2010 Bárbara cogió sus maletas y emprendió un viaje hacia el extremo norte de Europa, motivada por entender cómo vivían los países más desarrollados y con los índices de felicidad más altos del mundo.

“Buscaba entender la felicidad no como algo liviano si no como algo tremendamente potente relacionado con la calidad de vida, con la calidad de la educación, de la salud, con la integración de lo sustentable, del medio ambiente, de las energías renovables. Ver cómo países que tienen poca materia prima gestionan su economía a partir del talento y me fui a Dinamarca a explorar y ahí se me abrió la mente, pude ver el futuro”, relata la CEO de BeSTinnovation, aceleradora de innovación corporativa.

“Al ver el futuro me inspiré y empecé a hacerme preguntas profundas, cuál era mi propósito en la vida, qué legado le quería dejar a la sociedad y en función de eso diseñar la carrera que yo quería vivir y ahí aparece la palabra innovación. Me iba a las 7 de la mañana en bici a pensar a la biblioteca Real de Dinamarca, En Copenhague, que es una biblioteca hermosa de cristales negros conectada con un edificio de ladrillos antiguo, entonces muestra como la pasarela del pasado y el futuro y ahí me iba a investigar y a pensar durante todo el día. Y ese tiempo fue muy valioso, fue como detener el día a día y hacer un zoom hacia adentro y ahí aparece finalmente la palabra innovación y me decidí a estudiar y focalizar mi energía en eso”, recuerda Bárbara.

Postuló a varias universidades europeas, en, Dinamarca, Suecia y España y quedó en todas pero al momento de postular a Becas Chile para conseguir financiamiento y continuar su carrera en el viejo continente… su perfil no quedó.

“No quedé porque consideraran incompatible que una psicóloga aspirara a una carrera ligada a la ingeniería, a pesar de tener todas las cartas de aceptación… son las paradojas… uno se encuentra con muchas puertas cerradas pero hay que buscar la forma creativa de abrirlas”, asegura.

Cargo pilas, maletas, pidió un crédito y postuló a una universidad chilena (UAI) e hizo su programa de innovación.

VUELTA A CASA

Ahí mientras estaba estudiando innovación se le abrió la perspectiva de las posibilidades y las perspectivas, dice que tuvo profesores bien potentes, pero ella quería ir un paso más allá, aprender de donde están pasando las cosas, donde se está creando el futuro.
“Siempre me he conectado con la posibilidad de generar un impacto en la sociedad. Uno de mis profesores habló de que se había creado una universidad nueva en Silicon Valley, que se llamaba Singularity University y que buscaba a personas que quisieran generar un impacto global. Empecé a investigar, fui a conocer la universidad y ahí tuve la posibilidad de conocer a la gente a los profesores, el sistema y tomé la decisión de postular. Y para mi sorpresa, porque los criterios de selección era bastante altos, quedé”.

SILLICON VALLEY

Fue la primera mujer chilena en estudiar en la Singularity University, una institución que nuevamente le abrió la mente y le mostró el futuro.

“Todo lo que hoy es obvio en materia tecnológica y la aceleración que se produjo a raíz de la pandemia, en esa época, en 2012, no era obvio. Entender que hay inteligencia artificial, que iba a generar automatización de empleos, que iba a reemplazar fuentes labores y se iban a crear unas nuevas, todo eso lo vi en 2012 y para América Latina era algo como imposible o que iba a llegar en 20 o 30 años más y cuando uno hablaba de la disrupción de las empresas y cómo las empresas tradicionales iban a tener que reinventar sus modelos de negocio para ser sustentables en el tiempo no era un escenario obvio y todo eso yo tuve la posibilidad de visualizarlo hace casi una década”, comenta la psicóloga.
Cómo la Universidad era una organización relativamente nueva Bárbara propuso a las autoridades generar un polo en Latinoamérica y empezar a generar un ecosistema de esa organización y mientras estaba allá también se dio cuenta del potente talento femenino que existía.

“Había pocas emprendedoras tecnológicas de alto impacto en realidad, pero esas pocas que conocí era realmente increíbles y querían devorarse el mundo, eso para mí fue una gran inspiración, ver modelos de roles de mujeres que están pensando y haciendo en grande fue realmente crítico para lo que hoy estoy haciendo con Her Global Impact que es un movimiento global que integra y prepara al talento femenino en la era digital. Estoy bien contenta porque al mirar hacia atrás uno ve que todo el esfuerzo, toda la perseverancia, las horas sin dormir, el buscar encontrar tu propio camino, tu propio sello, ha valido la pena. Hoy contamos con academia de innovación, con campus virtual, con magazine y vamos a desarrollar en el segundo semestre un programa especial, con el apoyo de Corfo, para Startups y pymes lideradas por mujeres de la región del Bío Bío, que es donde estoy hoy por hoy”, dice emocionada la representante para Sudamérica del Instituto de Investigación de Stanford (SRI International), un centro de investigación sin fines de lucro que lleva lo más avanzado en I+D del laboratorio al mercado ubicado en Silicon Valley.

ANDALUÉ

El último proyecto de Her Global Impact que menciona Bárbara tiene precisamente que ver con la hasta ahora última estación de su viaje… San Pedro de la Paz.

Tras vivir los últimos años en Santiago y con constantes viajes alrededor del globo, la pandemia como a muchos otros le hizo ver otras posibilidades.

Hace un mes llegó a Concepción buscando tranquilidad, naturaleza y mejor calidad de vida para su pequeño hijo Teo de 1 año y medio.

Actualmente gestiona actividades para múltiples partes del mundo desde la península de Andalué, rodeada de los bosques del sector y con una hermosa vista a nuestra querida Laguna Grande.

La decisión también involucró a su pareja, Gabriel, quien es de Los Ángeles.

“Esta es la segunda vez que vengo a Concepción, mi pareja es de Los Ángeles y yo vivía en Santiago, él viajaba todos los fines de semana y entonces también quise darle prioridad a la familia, buscar un contexto donde pudiese compatibilizar el mundo familiar con el mundo del desarrollo profesional y estuvimos explorando distintas posibilidades. Los Ángeles es una ciudad muy linda, sin embargo, me queda desconectado porque no hay un aeropuerto, entonces revisando evaluamos Concepción y hay un aeropuerto y estás a una hora de Santiago por lo tanto la distancia no es tan larga, para mí la parte de la conectividad es súper importante. Y por otra parte, quisimos privilegiar el tema del contacto con la naturaleza, estamos en una zona muy bonita, metidos en un bosque, cerca de la laguna, entonces como nuestro hijo chiquitito también era importante poder aprovechar ese contacto con la naturaleza”, señala la psicóloga, a quien la crisis sanitaria también golpeó en diversos niveles.

“Yo creo que la pandemia nos hizo replantearnos muchas cosas, nos hizo cambiar el escenario de toma de decisiones, si uno tenía un plan, ese plan no funcionó y si tenía dos o tres planes tampoco, entonces esta pandemia nos hizo entender que no todo está bajo nuestro control, no todas las variables son predecibles y en este contexto se aceleró un tema que yo venía analizando hace mucho tiempo. Yo trabajaba directo con Silicon Valley desde el 2012 por teletrabajo entonces para mí no es algo nuevo, de hecho mi papá trabajaba en una multinacional japonesa y en los 90 hacía teletrabajo vía fax, entonces no es algo distinto para mí. Es muy reciente la llegada a Conce para poder hacer conclusiones, recién estoy armando equipo acá en la zona, pero la ambientación ha sido buena, sobre todo para Teo, que es un exquisito, le ha tocado mucho cambio en este último tiempo y creo que se ha ido adaptando bien, con harta contención, cariño y amor y espero que siga así”.

Sobre la ciudad la mujer que introdujo la primera Cumbre de Singularity University en América Latina tiene una buena opinión.

“Concepción es un polo muy potente de creación y de innovación, hay conocimiento, está la Universidad de Concepción que es una de las top 4 en América Latina, que tiene tremendo talento, tremendos investigadores e innovadores. Es una ciudad que tiene mucho potencial, está el talento, están las problemáticas para generar oportunidades y también están las industrias y de todo tipo, por lo tanto hay mucho, hay mucho potencial de innovación”, declara.

RECONOCIMIENTO

Tras años ligada al mundo de la innovación Bárbara se ha hecho merecedora de un sinnúmero de premios y reconocimientos en diversas partes del mundo, cosa que sin embargo no cambia sus perspectivas.

“La verdad es que lo que yo hago no lo hago por el reconocimiento, si porque realmente quiero ver a Chile y a América latina prosperar y creo que un buen camino es través de la innovación, a través de crear oportunidades a partir de las problemáticas que hoy existen y están latentes en nuestra sociedad como la pobreza, la salud, la educación, el medio ambiente, son problemáticas que están en el día a día y ahí hay oportunidades. Entonces, en la medida que yo pueda influenciar en quienes toman las decisiones para abrir sus perspectivas se puede producir un efecto de multiplicación del impacto, yo no busco el reconocimiento, creo que eso es una consecuencia de ser consistente con lo que uno está empujando»

Por otra parte, Bárbara nos dice que el concepto de innovación está muy manoseado.

“Muchos creen que es hacer más de lo mismo pero un poco mejor y en realidad, innovar tiene que ver con hacerlo distinto y es entender las necesidades de las personas, de los clientes y generar valor en el entorno. La innovación es buscar experiencias transformadoras para los clientes”, comenta Bárbara y es por ahí que van sus sueños, siempre relacionados con la innovación disruptiva y las mujeres.

“Tengo muchos sueños, pero uno de mis sueños es que la mujer sea creadora de nuevas formas de ser organización. En la era industrial el diseño de empresas, en realidad de todo lo que existe, fue un diseño masculino y en ese diseño es muy difícil para las mujeres entrar a los directorios porque es una cúpula donde tú necesitas mucho capital para acceder y hoy por hoy la mujer no es dueña del capital en el mundo, entonces en la medida que uno prepare e integre a la mujer en la era digital para que cree o transforme las organizaciones del siglo XXI va a poder también contribuir al diseño de organizaciones distintas, a lo mejor mucho más horizontales, mucho más colaborativas donde el sello no sea la masculinización de la mujer por estar en una estructura masculina, sino que crear una forma diferente de hacer organización. Es eso lo que estoy buscando. Hoy se abrió una veta donde las mujeres están más conscientes de sus conocimientos, sus condiciones y cualidades, donde se puede empezar a crear una nueva forma de hacer organizaciones”.

En el contexto actual rendirse parece un camino válido para muchos emprendedores e innovadores. La palabra fracaso aparece y muchos bajan los brazos, pero para esta valiente mujer sólo hay cosas buenas en la caída.

“Lo peor que te puede pasar al caerte es que te vas a levantar y aprender, algo bueno sacarás de esa caída, eso es lo peor que te puede pasar. Muchas veces espera que alguien lo empuje y lo levante, pero el primero en levantarse y empujarse tiene que ser uno mismo. La pandemia nos ha golpeado a todos y estamos viviendo tiempos muy sensibles, pero también es importante no perder la energía y mantenerse activo porque finalmente las personas que lideran organizaciones tienen una energía especial que permite construir cosas desde cero, desde la nada, entonces no hay que rendirse porque quien lidera una organización, un emprendimiento, es una persona especial, hay que seguir para adelante y rodearse de personas positivas que te impulsen hacia adelante”, concluye Bárbara, la líder que, desde Andalué, buscará seguir cambiando el mundo a través de la innovación disruptiva.

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