En este último tiempo las redes sociales se han inundado de videos y mensajes aludiendo a las “red flags”, pero qué significa esta nueva denominación

Las denominadas red flags o banderas rojas, han aparecido en distintas plataformas, como es el caso de Instagram, Tik Tok y Twitter, este término hace referencia a una especie de etiqueta que se pone a determinadas conductas, gustos, hobbies o comportamientos de los cuales hay que alejarse.

Donde mayor mención se hace a esta nomenclatura es en las relaciones interpersonales, debido al alto nivel de actitudes violentas o desleales que suelen presentarse en algunas relaciones de pareja, sobre todo en la etapa de la adolescencia, donde muchas veces este tipo de reacciones se dejan pasar, mas estas pueden representar un potencial riesgo de sufrir violencia en la pareja, violencia física, psicológica o sexual.

Si bien las banderas rojas suelen presentarse en las relaciones amorosas, no siempre es así, hay actitudes o comportamientos que nos pueden indicar una red flag dentro del núcleo familiar o del circulo de amigos más cercano.

¿Cómo se puede detectar una red flag?

La psicóloga Estefanía Vera menciona que no es tan fácil reconocerlas, hay que estar muy atentos porque cosas aparentemente pequeñas o que no son tan graves, pueden llegar a serlo. Desde que controle tu forma de vestir, hasta prohibirte el hacer cosas que te gustan, son muestras claras de una bandera roja. Sin embargo, hay ciertas actitudes que la sociedad ha normalizado que finalmente, son señales claras que evitamos.

“Podríamos reconocer una red flag examinando cómo nos sentimos con los comentarios o acciones de nuestra pareja y viendo cual es la intención detrás. Podemos preguntarnos si nos está diciendo estas cosas porque realmente se preocupa o porque en realidad quiere limitar nuestra libertad”, comenta la psicóloga.

En este último tiempo las banderas rojas se han hecho más visibles, lo cual es sumamente positivo, aunque igual hay personas que realizan bromas con respecto a estas. Lo primordial es saber reconocerlas y lograr escaparnos a tiempo de ellas, aunque a pesar de todo, no podemos evitarlas en sí, pero se puede lograr eludir su continuación.

¿Cómo funciona una red flag?

Estas banderas suelen aparecer al inicio de una relación en pareja, ya que antes todo suele ser maravilloso y sin problemas, pero al momento de iniciar es donde suelen presentarse de manera muy sutil, por lo cual muchas veces hace imposible de percibir.

En primera instancia se encuentra la violencia psicológica, donde si bien no existen golpes, se presentan daños a la salud mental de la persona, que pueden ir desde minimizaciones hasta burlas.

“Para eso podemos conversar con nuestra pareja, comentarle que lo que dijo nos hizo sentir de tal forma y le explicamos porque lo que dijo o hizo está mal. Si lo comprende y lo acepta, genial. Sí se enoja: es una red flag” explica Estefanía.

Si hablamos de violencia física, estas van desde un empujón a un forcejeo e incluso un agarrón fuerte, es una clara señal de peligro, la cual se debe reconocer al instante y no dejarla pasar, ya que si avanza lo más probable es que termine en una situación mucho peor. Dentro de la violencia social, podemos encontrar escenas como control excesivo, prohibición de acercarse o interactuar con amistades y absorber el tiempo de su pareja.

“Existen distintos tipos de violencia, los cuales son banderas rojas totalmente, si hablas con tu pareja y mencionas las cosas que te molestan y este parece comprenderlo o aceptarlo, pero luego lo sigue haciendo: es otra red flag. En este caso, lo mejor es cortar por lo sano, es decir, alejarse”, indica la psicóloga.

¿Qué hacer cuando las logramos reconocer?

Al momento de reconocer una red flag, debemos irnos de inmediato, ya que, como se menciono anteriormente, estas pueden traer consecuencias que ponen en peligro nuestra salud física y mental.

De acuerdo a los expertos, como seres humanos tenemos el impulso de querer solucionar las cosas o intentar mejorarlas, sin embargo, estas no siempre necesitan nuestra ayuda, muchas veces necesitan ayuda de un profesional. Cuando se nos presenta una red flag, se busca la forma de solucionarlo o aguantarlo, hasta el punto en que ya no es sostenible y los únicos perjudicados podemos ser nosotros.

“Las red flags se pueden dar en todo tipo de relaciones, porque son señales de peligro de sufrir violencia, y la violencia se puede dar en la familia, las amistades, el trabajo, en muchos ámbitos”, señala Estefanía., quien agrega que “pueden presentarse en distintas etapas y momentos de la vida, lo importante es saber reconocerlas y alejarse lo más pronto posible”.

Si nos enfocamos en el ámbito amoroso o de pareja, las señales más claras suelen presentarse por las personas involucradas en la misma relación, cuando ya comienzas a mentirle a tus seres queridos o amigos cercanos es porque sabes que algo anda mal, sin embargo, no eres capaz de soltar eso que te hace daño, aunque a la larga pueda traer infelicidad.

La psicóloga menciona que es fundamental reconocerlas a tiempo, porque hace más fácil alejarse de la persona que tiene estos comportamientos y así no generar un lazo más fuerte con el sujeto. Todo indicador que haga sentir menos a una persona es una señal, como el modificar tu esencia, aislarte socialmente, sentirte invalidado, maltratado o insuficiente y sobre todo ver el futuro de tu relación con miedo, son señales obvias de que algo anda mal con la relación.

Este tipo de situaciones debe ser primordial dentro de la esfera de lo público, para así evitar situaciones de violencia y generar las redes de apoyo necesarias, por lo general cuando una persona vive este tipo de hechos, suele cerrarse y no contar con el apoyo necesario para salir adelante.

Las red flags y la toxicidad van de la mano, las victimas son quienes realmente sufren, ya que al entrar en este tipo de relaciones cuesta mucho salir.

“Es fundamental reconocerlas al inicio de una relación. Hace más fácil el poder cortar a tiempo, mientras más tiempo pasemos en una relación con red flags, más difícil se nos hará salir de ella, mientras más tiempo compartamos con la persona, más nos “engancharemos” (a pesar de las señales) y es más fácil entrar en un círculo vicioso o tóxico”, concluye Estefanía Vera.

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