Marietha Vargas es sin duda una mujer multifacética que en su quehacer profesional aborda varios campos que siempre apuntan al bienestar y a la mejora y gestión de la salud mental, un tema muy importante y que ha sido valorado con la seriedad acorde principalmente luego de la pandemia.

Marietha, especializada en psicología infanto juvenil, apunta a que ese es su principal foco hoy por hoy ayudar a niños, adolescentes, jóvenes y sus familias a afrontar las dificultades y generar dinámicas y estrategias que favorezcan una buena salud mental.

La psicóloga que realizó cursos y diplomados con importantes y reconocidos especialistas como Sebastián León o Felipe Lecannelier, nos recibe en KRD Kinesis, en cumbres de Andalué, donde hoy funciona su consulta y nos cuenta más sobre su trabajo.

“Lo que hago yo principalmente es trabajar con familias. Es una dinámica que incluye fundamentalmente a los papás, de hecho, muchas veces termino trabajando con los papás y nunca veo a los niños- dice entre risas- ese es mi principal enfoque, me gusta mucho trabajar en equipo, lo primero que converso con los padres es eso, full compromiso, full comunicación, porque finalmente son ellos lo que tienen que venir y revisar muchas cosas, como dinámicas familiares, rutinas y además ahí aparecen un montón de temáticas o problemas de ellos mismos. Luego de colaborar, ellos pueden ver realmente cambios en el hogar”, explica Marietha.

En cuanto a las estructura, las primeras dos o tres sesiones de terapia son sólo con los padres, sin el niño, para poder profundizar en lo que está ocurriendo, las sensaciones, emociones, cómo lo están viendo y también revisar la historia desde el embarazo, cómo ha sido el niño desde el útero hasta hoy.

“Eso te da mucha información sobre qué está haciendo la familia, cómo se ha sentido, cómo ha ido creciendo, qué eventos significativos han marcado su crecimiento, etc. Después de la tercera sesión ya se incluye al niño o adolescente y generalmente son sesiones compartidas o intercaladas entre los padres y su hijo”, apunta.

Por otra parte, Marietha apunta a un enfoque integrativo, porque dependiendo de cada caso muchas veces hay que trabajar con otros actores como otros familiares, amistades o los colegios.

“Esa es una línea que me interesa abordar y este 2024 quiero partir a realizar alianzas con los colegios de Andalué. Muchas veces ocurre que te derivan al psicólogo, a evaluaciones y luego sólo se emite un informe, pero creo que eso no es muy práctico, como que ahí muere la cosa, siento que, si se pueden conformar equipos y guiar a los profesionales del colegio hacia los elementos que se deben trabajar con el niño, con nombre y apellido, se humaniza el proceso y se pueden conseguir mejores avances que con un ‘frío’ y poco personal informe, que finalmente es como poner una etiqueta al niño y transformarlo en un ‘número’”, dice enfática la psicóloga.

Marietha atiende martes y jueves en la clínica KRD Kinesis y también realiza atenciones online. La idea es en 2024 ampliar el horario.

Esta intención apunta a un dolor que padece la sociedad actual donde no solo parecen haber más casos de estrés o depresión infanto-juvenil, sino que también donde existen muchos pequeños diagnosticados con diferentes trastornos del neurodesarrollo cognitivo o motor.

Según nos cuenta la terapeuta, hace una década, o menos tal vez, el diagnóstico de un niño con TDA o TEA se tomaba con más cautela, se hacía un seguimiento de unos 6 u 8 meses para recién dar luces sobre la posible condición.

“El paciente va al neurólogo y casi de forma inmediata lo etiquetan, lo derivan y mandan un informe muy impersonal. Y es por eso que me quiero acercar a los colegios para realmente manejar las estrategias, ver cómo estamos viendo también la educación, porque siento que hay mucho niño que está estresado, triste, con ansiedad, entonces me pregunto ¿están viviendo la infancia o están viviendo nuestro mundo de adultos en versión pequeña? Entonces, hay herramientas que como papás podemos trabajar para hacer realmente del mundo de nuestros hijos un mundo de niños, pero eso requiere una mirada interna a nosotros como adultos ¿qué estamos haciendo? ¿a dónde vamos? ¿qué queremos para nuestros niños?”, señala la especialista.

Por otra parte, indica que “al modificar elementos como la nutrición eliminando el exceso de alimentos procesados, por ejemplo y sumando el apoyo de los padres y la integración del colegio incluso se puede sacar a la luz errores en el diagnóstico inicial”.

UN CAMINO DE APRENDIZAJE

“Tengo visto otro nicho, que no he abierto, porque estoy terminando un diplomado en el área y es que dentro de toda esta historia tengo una hija que tiene un síndrome genético y eso nos llevó a Teletón, tenemos muchas terapias lo que me incentivó a estudiar, ahora, neurodesarrollo, entonces quiero incluir toda la parte de rehabilitación y siento que en ese tema con KRD Kinesis hacemos un match perfecto. La psicología está muy poco vista en el área de rehabilitación, el trabajo conjunto con los kinesiólogos, hacer duplas con terapeutas ocupacionales, es algo que no se explota tanto, pero yo he visto en mi casa que la parte afectiva y emocional es trascendental para un proceso adecuado de rehabilitación y cuando termine mi diplomado ahora a fin de año quiero comenzar a trabajar esta área y expandir la atención a la primera infancia que es cuando realmente hay que hacer la pesquisa”

Para Marietha, a diferencia de lo que ocurre con los trastornos como el TDA o el TEA, en el caso de los problemas en el desarrollo neuromotor muchos de los infantes están siendo pesquisados de manera tardía.

“Yo misma lo viví, pero a diferencia de lo que le puede pasar a muchos papás, yo me di cuenta de que mi hija tenía dificultades y que no estaban a simple vista de los profesionales que la veían de manera más constante. Yo veía que mi hija era muy pasiva para ser bebé, empecé a conversar con la pediatra y ella nos derivó a la kinesióloga y con ella también empezamos a valorar y cuando llegamos al cuarto mes decidimos que era necesaria la evaluación de la neuróloga, quien vio una hipotonía importante y de inmediato nos derivó a Teletón. A los 5 meses mi hija ya estaba en Teletón y fue todo un camino de aprendizaje, de aceptación, aunque para mí el hecho de poder llevar a mi hija a Teletón fue el regalo más bonito y ha sido un camino muy rico, vivir Teletón de verdad es maravilloso”.

“Quiero abrir camino a la pesquisa temprana porque efectivamente hay muchos diagnósticos que se realizan después del año y se pierde un rango de neuroplasticidad muy importante en el desarrollo del niño”, concluye Marietha Vargas que lucha por construir equipos con familias que buscan integrar y fortalecer herramientas en la crianza de sus hijos e hijas y así poder ayudar a más niños, adolescentes a enfrentar un mundo en constante cambio.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *